sábado, 17 de julio de 2010

La Estrella de los Mares navega por Renueva

Un año más, cumpliendo con la tradición y la devoción popular y tras la novena a la Santísima Virgen, la patrona de los marineros alzó velas en la fecha de su fiesta y como si de una hermosa barca que surca los mares se tratase, se hechó al mar de Renueva para navegar entre promesas, entre miradas de devoción, entre peticiones y acciones de gracias por beneficios recibidos, pero en general entre una multitud de gente benaventana que se hecha a la calle en este día para admirarla y proclamarla una vez más Madre de las madres. Pasaban las 21:10 cuando la imagen del tan aclamado Ramón Álvarez creada en 1884 salía del templo a hombros del Turno "1" de cargadores. Ante Ella un grupo de niños de comunión llevaban a hombros al "Niño Jesús" y a la "Niña María" y un recien estrenado estandarte donado por una devota del vecino pueblo de Bretó. Radiante, esplendorosa y entre un campo de azucenas blancas a juego con su manto, la Virgen tomaba la Calle Ancha para bendecir su barrio y desde alli todo el pueblo de Benavente. Entre marchas procesionales de la Banda del "Maestro Lupi" y cánticos de los devotos iba transcurriendo la procesión.
Por fin en el "turno 3" llegó mi momento mas esperado, cuando me tocaba cargarla y llevarla sobre mis hombros. Con paso firme y a la vez tembloroso de los nervios, mis 7 compañeros y yo nos encaminamos por la calle "Agujero de San Andrés". Sonaba de fondo "Mater Mea" y en las notas más agudas una lágrima se resbalaba por mi mejilla la mente ocupada en una oración y la mirada, en la medida que podía, puesta en lo alto, para ver el rostro sereno de la Señora y la sonrisa infantil del Niño. Son momentos inolvidables, minutos que deseas que no terminen nunca. De vez en cuando las palabras de aliento de Juan, mi compañero de organización del desfile, de "ánimo, adelante, que vais bien" me hacian sonreir y darle las gracias con la mirada, aunque él no se fijase por atender el cargo que llevaba. Más adelante veíamos al siguiente turno de cargadores esperando a recibir los banzos para como nosotros llevarla otro tramo del "mar" hasta su puerto, la iglesia que lleva por título su nombre, "el Carmen de Renueva". Continuaba la procesión, continuaban los cánticos, los rezos, las marchas,...... y finalmente llega a su templo donde a la puerta ya estaban los niños de comunión esperando para recitarle una Oración. Tras la oración todos unidos en una sola voz entonamos la Salve popular a modo de despedida hasta el proximo 16 de Julio de 2011 donde la veremos, si Dios quiere, en la calle de nuevo, radiante y esplendorosa, pero sabiendo que todo el año nos espera en su altar de la parroquia contenta de nuestras visitas y espectante a nuestras peticiones.
Saludos
Horacio (Razieddu)

Fotos: Horacio Navas Juan

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