martes, 28 de septiembre de 2010
La Concha conquista nuevamente el corazón de Santiago.
Llegados a Santiago, mi amigo Oscar y yo salimos corriendo en medio de la gente que por allí se encontraba para llegar cuanto antes a la procesión que tenía como hora de salida las 11 de la mañana y por aquel momento eran pasadas. Sin aliento cruzábamos calles y llegando a la Plaza del Obradoiro preguntamos a unos policías por la Iglesia del Pilar, lugar de salida de nuestra Patrona. Corriendo de nuevo por la calle que nos dijeron llegamos a un parque donde antes de entrar se oían las notas del himno de la Concha y que rápidamente reconocimos los dos. Nos miramos con la sonrisa en los labios y la emoción en los ojos y cruzamos rápidamente la calle que nos separaba de aquel parque donde nos encontramos de frente un grupo de mujeres ataviadas con trajes típicos zamoranos y estandartes y banderas de Zamora en las manos. Alzamos la mirada y a lo lejos, entre los árboles venía la Concha, bella, elegante como una Reina, tocada con manto rojo como la bandera de su ciudad y en su mano, como siempre, la cadena con la que lleva atado al Niño. El corazón nos dio un giro. Fue un momento de emociones fuertes muy seguidas: nuestra gente, algunos familiares nuestros, gente de nuestros pueblos, de nuestra Zamora, cientos y cientos de devotos en medio de la música tradicional nuestra y con nuestra Patrona sobre las cabezas como caminando sobre "los suyos" y entre árboles como si de Valorio se tratase. Nos unimos a la procesión-romería y entre saludos, alegrías y gritos de 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, .... Cooooonchaa fuimos hasta la catedral. Los vecinos de Santiago y demás turistas nos aplaudian al paso y nos gritaban "VIVA ZAMORA" "VIVA LA VIRGEN DE LA CONCHA". Hicimos la entrada en el templo por la puerta de Platerías y a los sones del Himno de España la Virgen entró en el interior. Allí nos encontramos cientos y cientos de personas unos enfermos, otros peregrinos y otros devotos del Santo Apostol, patrón de España, que esperaban ya la Misa de Peregrinos y tras colocar la Virgen en su lugar apropiado dio comienzo la Eucaristía. La celebración fue presidida por el Obispo de Santiago y el Obispo de Zamora que pidieron al Apóstol por nuestra Ciudad, por los jóvenes de ella y por todos los reunidos allí entorno a su sepulcro, que habíamos asistido con fe y esperando los favores pedidos.
Terminada la celebración salimos a la explanada de la Catedral donde con música tradicional zamorana y bailes se terminó de amenizar la mañana tanto para nosotros como para los asistentes a la ciudad de Santiago en ese día y que por allí paraban.
A continuación fuimos a comer y tras la comida nos dirigimos a la cola que había de más de una hora para entrar de nuevo en la Catedral, pero esta vez por la Puerta Santa para darle el tradicional abrazo a la Santa imagen de Santiago. Al encontrarme tras de Él y apoyar mis manos en sus hombros y mi boca sobre su cabeza le susurré unas palabras por mi, por los que fuimos y los que no pudieron ir y por nuestra ciudad.. Salí de allí y bajamos al Sepulcro donde como en veces anteriores me postré ante la arqueta que guarda sus restos.
Cuando abandonamos el templo paseamos por Santiago tomando algo y visitando tiendas a la vez que charlábamos con nuestros paisanos y bailábamos a los sones de nuestra música.
A las 5 y media de la tarde teníamos el encuentro nuevamente con la Concha para regresar al templo del Pilar, de donde salio por la mañana. En ese traslado tuve ocasión de llevarla unos metros sobre mis hombros. Unos la jaleaban con piropos, otros con vivas y yo con un Ave María y unas palabras de agradecimiento por dejarme llevarla sobre mi. En esos momentos se me volvieron a mezclar en la cabeza las emociones de la mañana. Allí estaba yo, con mi gente, oyendo mi música tradicional (exactamente el himno de la Concha), ovaciones a la patrona y lo más grande: llevarla a Ella sobre mis hombros, la JEFA de mi ciudad. Como anécdota, cuando pasaba cargando junto a un grupillo de gente que nos veían pasar bajo unos soportales una chica, cuya cara casi no recuerdo, me puso una mano en el hombro libre y me dijo: ¡ánimo para el 2021, Viva Zamora y vuestra patrona!. Esas palabras me llegaron muy hondo. Eran palabras salidas de la boca de alguien no zamorana admirada por lo nuestro y eso a mi forma de ver es para quitarse el sombrero.
Llegamos al templo del Pilar y tras el cántico de la Salve popular nos despedimos de Ella y de los amigos allí reunidos deseándonos “un buen regreso a nuestra tierra”. Con ello poníamos fin a un hermoso día que siempre recordaremos en nuestra mente.
Saludos.
Horacio (Razieddu)
Foto: Horacio Navas Juan (Razieddu)
lunes, 13 de septiembre de 2010
14 de Septiembre, Día del Cristo, pero sin el Cristo.
Hay días importantes en la vida de cada uno: el cumpleaños, el santo, el día de la boda, …… y para mí el 14 de Septiembre es una fecha clave en mi calendario personal por tratarse del día de
En fin, no quiero alargarme más, solo quería plasmar por escrito mi inquietud personal como hago siempre. Para terminar quiero dedicarle unas lineas al Señor de Moraleja, a mi Cristo de los Cristos, a mi Cristo de
Querido Cristo de
Que el año que viene pueda estar cerca de ti como lo he estado siempre. Te quiero.
Un saludo
Horacio (Razieddu)
martes, 7 de septiembre de 2010
Real Sitio de la Granja de San Ildefonso
Poco tardamos en llegar por la proximidad a la que está de la capital por lo cual aunque la cita de empiece era a las 5 y media pudimos pasear un poco por los jardines y admirar con más detenimiento aquellas maravillas creadas por las manos del hombre. Alas 5 y media comenzaron a salir los primeros chorros al aire de la primera fuente: Neptuno o la Carrera de Caballos. Tras ella, todas las demás, una a una fueron brillando con luz propia con el agua que desprendian junto a los rayos del sol que ampliaba aún más el dorado que las cubría. Cada una era distinta a la anterior, y cada cual no era ni mejor ni peor que otra, simplemente distinta y todas ellas algo admirable. Todas nos deleitaban con su fuerza, con sus estatuas, su simbología, con su agua y muchas de ellas nos hacían partícipes de la fiesta mojándonos un poco. Miles de personas nos agolpábamos entorno a ellas, especialmente los "peñistas" del pueblo de la Granja que desde el primer momento no dudaron en darse un chapuzón. A las 7 y media la última fuente "La Fama" daba por finalizada la ruta monumental de las fuentes en plena fiesta de San Luis y con su enorme chorro de 30 metros, que se divisa segun los lugareños, desde la capital nos decía adios. Tras ella nos habiamos asombrado con "Los baños de Diana", "Las Canastillas", "Las Ranas", "Las Ocho Calles", ... En fin, algo que siempre tendré en mi mente y que siempre me gustará volver a ver. Al anochecer regresamos a Segovia donde volvimos a recorrer algunos de los monumentos que vimos por la mañana para admirarlos nuevamente iluminados y si bellos eras a la luz del sol, esa belleza se aumentaba a la luz de los focos donde el Alcazar parecía el verdadero castillo de Disney en medio del cielo negro y el Acueducto una fila de arcos puesta como fichas de dominó que parece que de un momento a otro de va a caer. Desde el barrio judio vimos la catedral, como se levantaba dorada y majestuosa sobre los demás edificios como protegiendo bajo sus muros a su querida ciudad de Segovia. Terminamos la noche en unas terrazas acompañados por otros dos amigos que por motivos laborales no pudieron acompañarnos durante el día como lo hizo Sebas. Ellos son Felipe y Fernando, dos chicos estupendos y que a pesar del poco tiempo que teníamos, disfrutamos de su compañía y su acogida igualmente. Tras unas cervecitas nos despedimos dejando ya en el pasado un maravilloso día y prometiendonos en un futuro y no muy lejano un próximo encuentro, pero esta vez en Zamora y con más tiempo.
Para ellos, Sebas, Miguel, Felipe y Fer va dedicada esta entrada. Por ser tan buenos anfitriones y deseando que el proximo encuentro sea como minimo lo mismo de estupendo que este. Prometo volver por vuestra tierra, ya lo sabeis.
Saludos